Humberto Maturana habla de que la matriz de toda socialización se basa en el amor. y que por tanto cuando no hay amor, no hay socialización.
Es fácil colocar ejemplos en el caso, tal es cuando nos enojamos, nos hastiamos, cansamos de algunas personitas, y a posteriori como efecto de un proceso casi "natural" le somos indiferentes y nos alejamos de quienes alguna vez deseamos, quisimos, compartimos, en definitiva amámos.
Es entonces que en nuestra mente opera lo que se llama el bien o mal denominado "olvido".
Olvidamos todo lo que ha sucedido, negamos historias, entre lo que pueden ser momentos de llanto, penas, amarguras, alegrías, y tantos otros recuerdos. Hay recuerdos que se olvidan más que otros dependiendo de la fuerza que tenga el recuerdo que en definitiva es el grado de importancia que nuestro sistema psíquico le de a tal suceso acontecido. Entregándole su valorización, la cual es basada en una fuerza socializadora que tiene la historia misma.
Pero este "olvido" ocurre dentro de nuestras mentes, en un acto biológico de nuestro cuerpo vida, que hace que desde nuestra mente, nuestros olvidos queden en un sitio oscuro, sombrío que es el que se le llama "inconciente", donde difícilmente podemos indagar de forma clara, pero de que está, lo está.
Si se fijan al olvidar no se desaparece nuestra historia, sino que simplemente los sujetos la olvidan, que es muy diferente. Si bien el olvido es un poderoso sistema de desocialización. También es un sistema de mantención de nuestros hechos. Es algo que desocializa en la práctica, pero que aún así, mantiene una historia desde el inconciente.
El olvido no es sólo desocialización en la práctica como lo creen tantas personas, sino también es la protección de nuestras historias más intimas en el inconciente.
y es ahí donde existe lo que yo llamo la "fuerza imposible". La que dentro del proceso de olvido desocializador, lucha contra la desocialización misma.
Es una especie de esquizofrenia que sufren los sujetos que olvidan. pues no sólo olvidan, sino también mantienen lo que olvidan en una sombrilla llamada inconciente.
Todo lo guardamos allí, en ese tesoro humano que la biología nos ha obsequiado.
Es por eso mismo que desde ese tesoro, los valores más fuertes como lo es el amor no se pueden olvidar como popularmente se dice.
Es por esto que me atrevo a decir una cosa muy importante:
El olvido como eliminación de una historia no existe , y si existiera no existiría el amor, pues estaría sujeto a su desaparición.
El amor siempre está, lo que pasa es que no lo recordamos simplemente. pero de vez en cuando al caminar, al socializar por ciertos sectores donde ciertos acontecimientos sucedieron pulsa esa fuerza imposible que rechaza la ingenuidad de que olvidamos, y simplemente recordamos, queremos, deseamos y amamos.
Dentro de lo más maravilloso de nuestro tesoro inconciente siempre está el amor de quienes rechazaron la socialización práctica o imaginaria. Allí está nuestra matriz social, biológica que nos permite seguir existiendo. y afortunadamente si no existiera esa fuerza imposible, no existiría la esperanza.
muchos saludos.
