-a la población Villa Sur-
Hace muchos
años, hubo una lluvia que generó muchas desgracias entre los vecinos de la
población Villa Sur. Allí, sucedió que después de muchos días de lluvia seguida
y profunda el callejón Lo Ovalle se inundó tapando el puente de la línea del
tren. En ésa época nadie sabría que bajo ése tremendo paso nivel tapado de una
agua tibia, de tierra y piedras nacería una linda sirena que chapoteaba contenta
de haber nacido en la población. Los viejos milicos retirados estaban todos muy
escépticos de dicho fenómeno y al enterarse del rumor decidieron salir con
armas caseras a perseguir a la hermosa monstrua. Desde el Centro comunitario,
pasando por los pasajes de temístocles y Anaxágoras se unieron los hombres
adultos, todos eufóricos con un odio estrepitoso hacia la desconocida bestia.
Algunas
personas en la confrontación se revelaron de estos hombres para proteger a la causante
de todo el rumor, entre aquella gente un joven anarquista la observó punzante
en los ojos de sirena ilusión. Inmediatamente se enamoró de sus gemidos cada
vez que saltaba el puente del tren vía aérea como si fuera un delfín. Como no
sabía defenderla de los hombres con palos y cuchillos, lanzas y cuerdas, se
sacó la polera, y dejó sus zapatillas a la orilla, de este modo anticipándose,
decidió tirarse un piquero a la poza urbana sumergiéndose a la profundidad de
ése paso nivel ahogado.
Lo
último que supimos fue que nunca más se le vio. Después de muchos días pasada
la lluvia, el agua bajó su nivel dónde sólo se encontraron piedras, ramas y
cuerdas que habían lanzado algunos pobladores. Han corrido rumores desde otras
poblaciones diciendo que se les ha aparecido en los alcantarillados con un
gemido sirenal, mientras que hay otros que creen que se escaparon por las aguas
subterráneas de la ciudad.
Ernesto Antihual