el conflicto de la fuerza imposible

La fuerza imposible que nace del olvido es naciente como los latidos que tienes cuando me miray así con cara de chimultrufia.
es naciente en una dimensión siempre desconocida, oscura, y que se esconde en lo más profundo de nuestros corazones.

En el amor siempre opera la fuerza imposible que lucha para que lo olvidado salga dentro como un fénix. Así encontramos que en la teoría del amor, la fuerza imposible pulsa con toda su fuerza hasta estallar, tal cual. Estalla al igual que el big bang, en una explosión que dispara los latidos más recónditos habidos en todos los espacios de todas las galaxias existentes y por existir. Es entonces que las imaginaciones operan a 1000000 por ciento, y los detalles, las pestañas, las agujas son gigantes a la hora de mirar el amor. La manía certera de un corazón roto se vuelve una máquina todapoderosa que puede transformar la realidad en el amor más puro y desnudo inimaginable, sin precedente alguno. Pero este amor puro y desnudo antes mencionado que pulsa gracias a la fuerza imposible de nuestra historia, al encontrarse con el desamor encuentra su conflicto, una dialéctica compuesta por la fuerza posible, la (otra) realidad, la dada, la dasein.

La fuerza posible es una fuerza rupturista y opresora del amor, que es completamente contraria a la fuerza imposible. La primera es un verdadero big crunch, que su fin último es desaparecer todo recuerdo, todo cariño, toda sensación. Es una poderosa fuerza que nace a partir de la sociedad, de la objetivismo de la vida social. De la realidad moral de la vida en su plenitud.

El amor más grande sin duda alguna no se encuentra en su esplendor en la fuerza imposible pulsada por  el amor y la imaginación, sino que su esplendor es precisamente dicho conflicto, en que los vencedores deben ser lo imposibles, pues ahí está en juego la vida del amor. En este sentido lo inimaginable se emancipa al mundo del nosotros, del te quiero, y en esas palabras se abren la felicidad más imposible y renegada por la fuerza posible.

El amor al encontrarse en el conflicto entre el estallido y la implosión de los sentimientos, entre la fuerza imposible y la posible, entre las inimaginaciones y la (otra) realidad, entre la libertad y la opresión, toma parte de lo imposible, de lo que nunca antes se imaginó, de lo que no existe en lo posible de la realidad material y moral. El amor se posiciona en lo que nunca antes ocurrió, puede romper la ilusión de que la realidad es sólo lo posible, lo moral, lo actual, destruye toda implosión opresora, y lucha sin rendirse causando la revuelta, conquistando nuevamente la vida misma, haciendo historia, transformando la realidad en una revolución de golpe, que se afuerza como torbellino y dispara a la velocidad luz todo impedimento.