viene un gato que ronronea
por la tarde se hecha como alfombra
a mirar los trenes
bosteza e imagina lobos, hienas
y tigres
no les teme
y busca la pelea.
Entonces llegan los demás de la pobla
a echarle la niñá.
Se para, se estira
y pelea defendiendo su vida
Como si tuviera diez patas aruña a lo que corra por el techo
los gatos saltan de miedo
él los sigue les grita muchas jotas a la vez.
Luego regresa a dormir,
y sólo descansa
soñando con la rojinegra gata
en el agosto corazón
de sus recuerdos.
Ernesto Antihual
Marzo 2014
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