25.4.13

debo reconocer

que en el casino, no pude resistir ése imán
no es mi culpa, no sé de quién es.
pero es tan personal a la vez

y que lo que a tu lado soy
se asemeja a un coyak de sandía
en otoño.

hace frío
y los ponimo entumío
y en la helada el gato maúlla
a la luna con cara de ná
y me besay abrazá

y a las doce de la mañana
empiezo a recordar
que vuelve a encantar
la tarde de lado al soñar

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